Mark Cunningham fundó la escena No Wave a principios de los años 70, acompañado de Arto Lindsay entre otros. Dejando de lado la trompeta, instrumento que había tocado desde los 7 años, formó el grupo Mars junto con Sumner Crane, Nancy Arlen y Lucy Hamilton, con lo cuales durante la ultima mitad de los años 70 operó en la ciudad de Nueva York, siendo un grupo clave en el recopilatorio No New York LP, producido por Brian Eno. Mas adelante recuperó la trompeta como su instrumento al formar Don King, y luego participando y produciendo la opera no wave creada por Sumner Crane, John Gavanti. A partir de ese momento empezó una serie de colaboraciones con gente como Lydia lunch, Christian Marclay, Rudolph Grey, J.G Thirlwell, Etant Donnes, entre muchos otros. A principios de los años 90 se mudó a Barcelona, donde desarrolló el concepto de Raeo y comenzó a trabajar con Pascal Comelade y su Bel Canto Orchestra, al mismo tiempo que tocaba en directo y participaba en proyectos como Superelvis, Butch Morris, etc. Su primer disco en solitario no salió hasta el año 1997, Blood River Dusk, donde definía sus sonidos oníricos y los hacía suyos, hasta el punto de convertirlos en su sonido característico. Incluso participó en el proyecto de Genesis Porridge «Thee Majesty» como miembro intermitente. Mas adelante formó Convolution con Silvia Mestres, Aleatory Grammar, con Jakob Draminsky Hojmark y finalmente el trio de formato libre Bèstia Ferida.

Rubén Patiño trabaja en el campo de la música generada por ordenador o «computer music», una actividad que combina con incursiones en el terreno de las instalaciones. La obra de Patiño se caracteriza por un interés particular en la espacialización y las relaciones audiovisuales no sinestéticas. Ha hecho directos por todo europa y ha colaborado con Morten J. Olsen,  Roc Jiménez de Cisneros, Olivier Di Placido y Seiji Morimoto. Nacido en Barcelona, actualmente trabaja en un máster en Sonologia en el Conservatorio Real de La Haya.

Vactor es el grupo de Ivy Barkakati y de Arnau Sala Saez. En este proyecto, el cual empezaron en el año 2011, la pareja se concentra en la construcción de canciones, que viajan des de la composición intuitiva a tiempo real, a través de la música electrónica de baile hasta el pop. Los sonidos que fluyen de esta combinación, resultan en melodías cinematográficas, a menudo de una esencia minimalista, pero que a veces mutan hasta convertirse en escenarios de otra complejidad. La banda se aferra a sus herramientas, sintetizadores arpegiados, cajas de ritmos trepidantes y una voz que recita mensajes sobre procesos y la superación de obstáculos.

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Fotos: Diego Bustamante G.